martes, 29 de mayo de 2007

¿Don José María de Pereda podría haber sido presidente del PRC?

Lean ustedes la biografía del "insigne" escritor montañés y comparenla con la trayectoria vital del "Califa de Polaciones".

José María de Pereda y Sánchez Porrúa.


Fue hijo de Juan Francisco de Pereda y Bárbara Josefa Sánchez Porrúa, (naturales, respectivamente, de Polanco y de Comillas), que se casaron muy jóvenes, de forma que llegaron a tener 22 hijos, si bien sólo nueve llegaron a traspasar la juventud y hacerse adultos. Inicialmente vivieron de la agricultura y ganadería en el pueblo natal, donde el autor cursó los estudios de Primaria, hasta que se trasladan a la capital, Santander. Allí estudia bachillerato en el Instituto Cántabro de la calle Santa Clara, donde ingresa en 1843, siendo un estudiante mediano, más amante de la caza, la pesca y la vida en contacto con la naturaleza que de otras ocupaciones. Tuvo, sin embargo, un temperamento neurótico e hipersensible desde niño.

Terminados los estudios, en el otoño de
1852 se trasladó a Madrid con intención de cursar los estudios preparatorios del ingreso en la Academia de Artillería de Segovia. Allí se alojó en la calle del Prado núm. 2, junto a otros estudiantes de su provincia; empero, poco interesado por los libros científicos, se dedicó más a las tertulias en el café de "La Esmeralda", los bailes de Capellanes y el teatro. Años más tarde, al referirse a esta etapa de su vida, diría que comenzó en Madrid "una carrera científica que no concluí por falta de vocación para ello".

Por entonces es testigo de la
Revolución de 1854, la llamada Vicalvarada, donde casi fallece a consecuencia de los tiroteos en las calles, como refirió en Pedro Sánchez. En esa época escribió La fortuna en un sombrero (1854), comedia que quedó inédita. Volvió a Santander y en 1855 fallece su madre y contrae poco después el cólera; por ambas cosas anduvo decaído y desanimado, a pesar de que se recuperó de la enfermedad. Al año siguiente se le presentó una neurastenia que le dejó postrado y obligó a su familia a enviarlo a Andalucía, donde permaneció una parte del año 1857.

Al aparecer en Santander el diario La Abeja Montañesa decidió salir de su marasmo e iniciar una carrera periodística; allí publicó sin firma, o, sobre todo, con el
pseudónimo Paredes, críticas teatrales y esbozos costumbristas. Prueba suerte en el teatro con las piezas Tanto tienes, tanto vales (1861); Palos en seco (1861), Marchar con el siglo (1863) y Mundo, amor y vanidad (1863), con poca suerte. Estos conatos escénicos se publicaron en 1869 con el título Ensayos dramáticos.

En 1864 había aparecido ya su primera obra notable, Escenas montañesas, que le convirtió en una celebridad local. El mismo año puso su mirada en Madrid, donde empieza a publicar en El Museo Universal y en 1866 colabora con otros autores en el libro colectivo Escenas de la vida, colección de cuentos y cuadros de costumbres.

En su segundo libro, Tipos y paisajes, Pereda se esmeró sobre todo en el relato titulado "Blasones y talegas". En abril de 1869 se casa con Diodora de la Revilla y dos años más tarde inicia su carrera política presentándose como diputado
carlista por el distrito de Cabuérniga. El año anterior se había constituido la Junta provincial del partido, de la que era presidente su amigo Fernando Fernández de Velasco, vicepresidente su hermano Manuel Bernabé Pereda y vocal el propio novelista. Salió elegido por escaso margen, en parte por la división del voto liberal. Eso le hizo ampliar sus amistades en Madrid y darse a conocer. Sobre su experiencia política escribió la novela corta Los hombres de pro, incluida en su libro Bocetos al temple (1876). Entonces dejó la política para consagrarse a sus hijos durante cuatro o cinco años.

Estimulado por sus amigos
Marcelino Menéndez Pelayo y Gumersindo Laverde, volvió a la literatura iniciando una especie de segunda etapa en su obra, más centrada en la narración extensa realista que en el cuadro de costumbres. Sus novelas estaban ambientadas casi siempre en Cantabria, salvo Pedro Sánchez, y presentaban como tema central la exaltación e idealización de las costumbres del pueblo frente a las urbanas.

Sus obras más destacadas son Sotileza (1885), obra en la que retrata la forma de vida de los pescadores, y Peñas arriba (1895), centrada en los habitantes de montaña.
El suicidio en 1893 de su primer hijo, Juan Manuel, le sorprendió cuando estaba redactando la página 22 del capítulo vigésimo de este último libro; en el manuscrito original hay una cruz que señala el triste momento; eso le afectó muchísimo: desde entonces abandonó casi completamente la escritura, se sumergió en una honda tristeza y le acometieron complejos de culpabilidad que derivaron en una crisis existencial y religiosa. Se agravó su neurastenia y envejeció prematuramente. A duras penas salió de la crisis leyendo el Libro de Job, pero ya no quiso escribir más. Únicamente publicó su desganada novela corta Pachín González, basada en un hecho real, la explosión en noviembre de 1893 del vapor "Cabo Machichaco", atracado en el puerto de Santander con un cargamento de dinamita. Ya era correspondiente de la Real Academia de la Lengua desde 1872 y en febrero de 1897 leyó su discurso como miembro de número. Su hija contrajo matrimonio en junio de 1903 con Enrique Rivero, de Jerez de la Frontera; eso levantó los ánimos del decaído escritor, pero en la primavera de 1904 sufrió una apoplejía que le dejó hemipléjico del lado izquierdo, y murió el 1 de marzo de 1906.

(Texto tomado de WIKIPEDIA)

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